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Archive for diciembre 15th, 2006

Un día como hoy, hace 67 años…

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La noche del 15 de diciembre de 1939 fue muy especial en la ciudad de Atlanta. Es probable que no se hubiera vivido una fiesta semejante desde los lejanos días anteriores a la guerra civil, cuando el Sur era un territorio próspero y lleno de orgullosas tradiciones. Sobre sus fértiles tierras, en un pasado que parecía más remoto que lo que la cronología dictaba, floreció una cultura de grandes propietarios cuya riqueza se asentaba en una agricultura basada en la esclavitud. Lo que esa noche festiva celebraba también recordaba algunas viejas heridas. Sin embargo, bajo los focos y los destellos de los flashes de los fotógrafos, la realidad amarga del pasado se contemplabadesde la distancia complaciente de los años y el filtro de una fabulación novelada que había sido adaptada en la película de mayor presupuesto producida hasta la fecha. Los rumores decían que se trataba de un espectáculo incomprable. Para promocionarlo de la manera más efectiva habían llegado desde Hollywood algunas de sus más deslumbrantes estrellas. Se trataba, nada más y nada menos que el estreno mundial de Lo que el viento se llevó (Gone with the Wind). Tal como lo merecía tan especial ocasión, la multitud fue a recibir a los creadores de la película con un fervor inusitado. Con el fin de que la población pudiera participar en el evento, el gobernador del estado de Georgia declaró día de fiesta y organizó en la víspera dle estreno un baile al viejo estuilo sureño para lo más selecto de la sociedad local. Al menos por una noche, el sueño casi olvidado de la vieja civilización revivió en Atlanta.img186/844/tara4cr5.jpg

Fuente: Lo que el viento se llevó. Estudio crítico de Vicente José Benet. Ediciones Paidós Ibérica S.A 2003.

Qué difícil escribir esta entrada! Demasiado. Primero porque tengo mucha información y no sé por dónde abordarlo y segundo porque no creo que en un espacio tan chiquito como éste quepa tanto cariño, el q deseo transmitirles. Y sí, mucho cariño para la que es fue y será mi peli favorita de todos los tiempos, inspirado en el que hasta ahora es mi libro favorito de todos los tiempos.

Creo q el tema será mi experiencia con esta maravillosa historia (si desean info extra, pregunten, aveces me creo la enciclopedia humana de la misma ^^’). Ví por primera vez LQESLL cuando tenía unos 8 o 9 años por Red Global. Pesqué la historia ya bastante avanzada, pero me llamó mucho la atención más q nada debido a que la protagonista no se parecía demasiado a las demás heroínas que había visto hasta entonces (digo, yo era muy niña: no había cable y la tele en su mayoría sólo nos ofrecía novelas mexicanas –MariMar-, Jem y Hello Kitty… de q creían q tenía llena mi pobre cabeza?) cuyo carácter «poco convencional para la época» (eufemismo, para decir q era una histérica obsesiva vanidosa, arribista y envidiosa sin corazón ^^’) me conmovió muchísimo ya q con todo, era un ser humano bastante honesto. Ahí aprendí q ser «malo» no es un defecto, sino simplemente no parecerse a un dibujito de Disney.

En cuanto pude, vi la peli completa y, considerando que tiene casi 4 horas de duración, fue realmente todo un triunfo que lo hiciera (JAMÁS había visto hasta entonces una peli completa q no fuera de dibujos animados, inconcebible para mí en aquellos años, así q dénse una idea de lo q me pudo haber impactado). Y allí fue cuando aprendí a apreciarla en su conjunto, independientemente de sólo el personaje central. Ja, ja… ahora q recuerdo, cuando conseguí q me la grabasen del televisor, quise instar a mis amiguitas del cole a contagiarles mi gusto por la misma, pero no las culpo por salir corriendo ^^’. A esa edad ya es bastante pesado ver una peli normal, como para ver una tan larga, ambientada en el EEUU de 1860 y pico y encima filmada en 1939. Pero a mí me hechizó y hasta ahora no dejo de preguntarme por qué.

img204/997/068483068x01aa240sclzzzpg3.jpgPara mi sopresa, encontré en mi propia casa un resumen del libro en el que se basaba la historia (en alguna oportunidad lo compró mi madre, no dejo de soprenderme de mis genes…) y mi fanatismo aumentó. Ahora q ya tengo la edición completa más otra q compré recientemente de repuesto, puedo decirlo. Se parece a la peli en, por lo menos, un 90%. En realidad se trata de una historia contada de un modo muy sencillo, sin grandes pretenciones, a modo casi de fanzine. Lo bonito de él es que si eres del tipo de persona q siempre le ha «llegado» hacer y decir lo que otros quieren q digas y hagas, te llega a un nivel muy profundo… y creo q para q esa historia haya ganado en su época un Pulitzer, vaya si debió hacerlo!

La premisa es simple: La mimada y decidida Scarlett O’Hara, hija de un rico plantador algodonero, se enamora de Ashley Wilkes, un joven soñador y taciturno quien está comprometido con una dulce chica llamada Melanie. Ésa era la única preocupación de nuestra protagonista hasta entonces, cuando la guerra de Secesión estalla de pronto en EEUU y Scarlett ve, de a pocos, como su mundo se desmorona, perdiéndolo todo… menos a sí misma. Su fuerza la lleva a hacer de todo para sobrevivir, aunque sin olvidarse nunca de Ashley… y teniendo siempre tras ella al misterioso Rhett Butler, quien se pasea alegremente a su alrededor sin darle a conocer claramente sus verdaderas intenciones.

Hasta aquí, argumento tonto y romanticón. Pero LQEVSLL es mucho más q una historia de amor. Es una historia de supervivencia, de pérdida de los sueños y el desmoronamiento y reconstrucción de una civilización «que se fue con el viento» (de ahí el título). Sólo q esas cosas a simple vista no las ves, te hablan subliminalmente a un nivel más profundo, inconsciente, por eso te encanta si la observas con la debida atención. Todo depositado y focalizado alrededor de la lucha de una sola persona. Esto lo encontré en un artículo publicado en la revista Selecciones del Reader’s Digest de Febrero de 1990:

(…) El público de todas partes se identifica con los inolvidable personajes y con su apasionado amor por el terruño. En particular, el inquebrantable amor de Scarlett O’Hara por Tara, la plantación familiar en Georgia, y la férrea determinación de tomar las riendas de su destino, en vez de dejarse vencer por la guerra ysu secuela.

Como lo expresa el historiador de cine Ronald Haver, Scarlett se niega a darse por derrotada desde la primera escena, cuando se entera de que Ashley Wilkes, el hombre a quien ama, va a casarse con Melanie. Y no reconoce jamás la derrota en ninguna de sus experiencias «de guerra, matrimonio, pobreza, en la Recontrucción y la maternidad, la muerte, un intento de violación, un aborto y el amor perdido». Rechazada por Rhett, jura «regresar a Tara y pensar en una manera de recuperarlo, después de todo, mañana será otro día. Este es un tema recurrente y universal».

Realmente, pocas son las películas que hayan llegado tanto al corazón como LQEVSLL, que pone de manifiesto un gran argumento combinado con una estupenda fotografía, una banda sonora cautivadora y un retrato del sur pre y pos-secesión que casi podría ser un documental. Jamás una película ha presentado un perfil psicológico de sus personajes tan elaborado. Cualquiera, al acabar de ver la película, sabría decir cómo son Scarlett y Rhett, o qué harían ante determinada situación o como contestarían probablemente a algún comentario. Y cualquiera es incapaz de terminar de verla sin morir de risa con los agudos comentarios de Butler, admirar a la valerosa Scarlett durante los tiempos difíciles, encariñarse con la dulce Melly o decepcionarse con el trágico final. Las escenas de la huida a través de la incendiada Atlanta, Scarlett caminando entre los heridos de la estación bajo la derrotada bandera confederada y, por supuesto, jurando que jamás volvería a tener hambre, ponen la carne de gallina. Por ahí una vez leí que una película sobre la guerra civil americana nunca daría un centavo. Pues bien, no sólo lo ha dado, sino que también ha dado lugar a todo un ícono del séptimo arte. David O. Selznick (productor), Victor Fleming (director) y Margaret Mitchell (creadora) pudieron descansar sabiendo que sus esfuerzos y aspiraciones desembocaron en un resultado que hace, q a la fecha, ésta pueda ser considerada una de las más grandes películas de todos los tiempos.

Y como les decía, tanto la peli como el libro son bastante similares, pero gracias al libro puedes conocer aún más a los personajes y no hacer menos que reír ante tanta sinceridad y ocurrencias, además de la pasión con que éstas son expresadas o dichas. A continuación, algunas de mis citas favoritas del libro (no esperen cosas muy sesudas, sólo me gustan porque sí y punto):

«Ellen O’Hara era diferente, y Scarlett la consideraba como algo sagrado, aparte del resto del género humano. De niña, confundía a su madre con la virgen María y ahora que era mayor no veía motivo para cambiar de opinión. Para ella, Ellen representaba esa completa seguridad que sólo el cielo o una madre pueden dar. Sabía que su madre era la personificación de la justicia, de la verdad, de la ternura afectuosa y del profundo saber: una gran señora.

Scarlett deseaba vivamente ser como su madre. La única dificultad era que, siendo justa y sincera, tierna y desinteresada, una se perdía de la mayor parte de los goces de la vida y, sin duda, de muchos cortejadores. Y la vida era demasiado breve para renunciar a tantas cosas agradables. Algún día, cuando se hubiera casado con Ashley y fuese vieja, algún día cuando tuviese tiempo, trataría de ser como Ellen. Pero hasta entonces…»

«Charles se puso de pie, y por un momento, Scarlett temió que hiciese una cabriola antes de que la dignidad lo contuviese. La miró radiante a los ojos, con todo su sentido y noble corazón. Nadie la había mirado así hasta ahora y nadie más la miraría de aquel modo y, sin embargo, ella pensaba que parecía un ternero.»

«(…) Pero ¿por qué no podía sentir como las otras mujeres? ¡Tan sensibles de corazón, tan sincimg186/571/gonewiththewind250gx8.jpgeras en su devoción por la Causa! Ellas pensaban realmente lo que decían y hacían. Y si alguien pudiese sospechar alguna vez de ella… ¡No, no, nadie debía saberlo! Era necesario que siguiese fingiendo un entusiamo y un orgullo que no sentía, haciendo valerosamente su papel de viuda de un oficial confederado que soporta valerosamente su dolor, que tiene el corazón en la tumba de él y que siente que la muerte de su marido no tiene ninguna importancia si ha sido por el triunfo de la Causa.

Pero ¿por qué era tan diferente, tan distinta de aquellas mujeres amorosas? Ella no podía amar a nadie ni nada con aquella falta de egoísmo. Era una sensación de soledad…no se había nunca sentido sola en cuerpo y alma hasta entonces. Intentó sofocar aquellos pensamientos, pero la rigurosa honradez hacia sí misma que había en el fondo de su naturaleza no se lo permitió. Así que mientras la rifa continuaba y mientras junto a Melanie atendía a los clientes, su mente trabajaba activamente buscando una justificación frente a sí misma… tarea que de ordinario no le resultaba difícil.

Las otras mujeres eran simplemente tontas e histéricas con sus discursos patrióticos, y los hombres eran igualmente fastidiosos cuando hablaban de los Derechos de los Estados. Sólo ella Scarlett O’Hara Hamilton, tenía un claro buen sentido irlandés. No se alzaría por la Causa, pero tampoco revelaría ante todos sus verdaderos sentimientos. Tenía bastante equilibrio para considerar la situación y afrontarla. ¡Cómo se quedarían todos si conociesen sus verdaderos pensamientos! ¡Qué escándalo si de improviso se subiese a la plataforma y declarase que en su opinión la guerra debía terminar inmediatamente a fin de que todos pudiesen marchar a sus casas y ocuparse de su algodón y de que hubiese nuevas fiestas, diversiones y gran cantidad de vestidos de color verde claro!»

«Vamos Scarlett, no sea usted chiquilla, no es una niña ni una colegiala para sacarme de quicio con esas absurdas excusas sobre decencia y cosas por el estilo. Diga que se casará conmigo conmigo cuando vuelva o… ¡por Dios que no me iré! Me quedaré por estos alrededores y tocaré la guitarra debajo de su ventana todas las noches, y cantaré a voz en cuello hasta que usted tenga que casarse conmigo para salvar su reputación.»

«Scarlett, nunca he sido de las personas que recogen los pedazos rotos, los pegan y luego se dicen a sí mismas que el objeto compuesto está tan bien como el nuevo. Lo que está roto, roto está. Y prefiero recordarlo como fue a recordarlo como fue a pegarlo después y ver las señales de la rotura toda mi vida. Acaso si yo fuera más joven… -Suspiró-. Pero soy demasiado viejo para creer en sentimentalismos, equivalentes a pasar una esponja y volver a empezar. Soy demasiado viejo para soportar la carga de mentiras corteses, que nacen de vivir en continua desilución. No podría vivir contigo y mentirte, y mucho menos podría mentirme a mí mismo. Quisiera que me pudiese importar a dónde vas o qué es lo que quieres. Pero no puedo.

Lanzó un supiro y añadió con suave indiferencia:

– Querida mía, me importa un comino».

Puede que me haya excedido un poco al tipear un post tan largo… pero si lo hice, fue para que créanme que la historia lo vale, para haber sabido mantenerse a lo largo del tiempo y haber cosechado una legión de fans en todas partes del mundo. No podía hacer menos en éste, su aniversario y darles a conocer un poquito de algo que hace años me robó el corazón. Ahora, cuando la veo, me impresiona cada vez más por salir, gracias a sus protagonistas, de los estereotipos de una época en donde gran parte de lo que veíamos en pantalla se dividían en «buenos» y «malos»… y ahora sé q pueden existir «buenos», «malos» y… Scarlett, sin culpas de ningún tipo por ello. Juro que voy a tener mi Barbie Scarlett O’Hara algún día…

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Sí, porque «mañana es otro día».

MC.

Written by MC

15 diciembre, 2006 at 2:19

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